“Vamos a hacernos las pruebas para ver quien tiene la culpa”. Frases como esta es frecuente escucharla cuando se está buscando el embarazo.
Otras frases todavía más destructivas cómo “¿Tendré yo la culpa o la tendrá el?” o “¿No le puedo dar hijos?” son habituales en mujeres infértiles
Hay mujeres que no las pronuncian, pero las piensan. Esto produce sentimientos autodestructivos y una disminución de la autoestima ya de por sí bastante dañada cuando se afronta la infertilidad.
Cuando se tiene un proyecto común de pareja, no hay culpables. Ni siquiera cuando todo parece claro. En muchos casos al principio parece tratarse de un problema de ovulación y después termina por verse que los espermatozoides no funcionan. En otras ocasiones el semen tiene alteraciones y cuando se realiza fertilización in vitro, el ovario no responde. El problema siempre es de los dos. Siempre.
Los problemas de infertilidad afectan a un porcentaje importante de parejas, no nos hace indignos ni inferiores. Lo debemos afrontar de cara, procurando tener pensamientos positivos y sobretodo no perdiendo nunca la AUTOESTIMA. Nunca.